¿Alguna vez te has preguntado donde estarías o que sería de ti sin Dios?
Bueno, pues yo si lo he hecho y no solo en una ocasión si no en muchas; pero hoy meditando en esto nuevamente, me paso algo muy distinto a las otras veces en las que me eh hecho esta misma pregunta.
Quizá nunca antes me había detenido a pensar en lo q realmente seria de mi vida sin Dios, y por ello no había obtenido la respuesta que necesitaba o, una que realmente me hiciera entender esto.
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Hoy quiero compartir contigo lo que mi vida seria sin Dios, espero sea de bendición a tu vida; que te ayude a entender cuán importante es que le entreguemos a Dios nuestra vida y dejemos que sea él quien nos guie día a día tomando el control de ella.
Bueno, para empezar, estoy segura q desde mucho antes de nacer ya Dios tenía un plan para mi, pero ese plan no hubiese podido cumplirse si yo no hubiese tomado la decisión de reconocerle a él como mi único y suficiente salvador, -¿y porque digo esto? – porque la biblia dice que él nos dio libre albedrío (El libre albedrío es la habilidad que tiene cada individuo para tomar sus propias decisiones).
A pesar de haber nacido en un hogar cristiano y asistido a la iglesia desde niña, no me garantizaba que el plan de Dios para mi vida fuera a cumplirse, puesto que eso no significaba que yo fuera cristiana o que lo tuviera a él en mi corazón. Cuando yo decido aceptarlo, reconocerle como mi todo y dejar que el more en mi corazón, ahí empieza una relación intima con el, lo que significa que a partir de ese momento el guiaría mi vida para que su plan se cumpliera en mi.
Muchas veces no entendemos porque en nuestra vida pasan tantas cosas que nos dañan y hieren nuestro corazón, si suponemos que al tener a Dios de nuestro lado, todo marchara a la perfección, pues entendemos que él tiene que ver con que no nos pase nada y vivir una vida tranquila; pero ese es el primer error que como cristianos cometemos. Porque digo esto? pues al nosotros aceptar a Dios y reconocerlo como nuestro salvador, no significa que no vayamos a tener problemas, que no tengamos que pasar por diversas pruebas, o que en el camino sintamos morir porque no podemos más, mucho menos que tu vida valla a ser color de rosas, como muchos pretendemos que sea.
Pero, si significa que todos esos procesos, pruebas y malos momentos que vamos a atravesar sean mucho más ligeros, que tengan un sentido y no que pasen solo por pasar.
Durante muchos años me pregunte porque que me pasaban tantas cosas y porque siempre salía herida, ya que si yo había decidió seguirlo a él y entregarle mi vida; porque siempre estaba llorando; porque siempre estaba mal con mi familia; porque siempre me sentía sola; porque sentía que nadie me amaba como lo merecía; porque todo lo malo me pasaba a mí. Así vivía día a día cuestionando a Dios y reclamándole por todo lo que tenia q vivir, hasta que un día entendí, que para todo eso Dios tenía un propósito, y que no se podría cumplir si las cosas no estuviesen pasando así como pasaban. Sé que les parecerá tonto e irónico, que una persona decida servir a Dios tenga que pasar por tanto sufrimiento y dolor, pero es así, oh por lo menos en mi caso fue así.
Ahora puedo entender y saber con claridad que hubiera sido de mí y donde estuviera si no hubiese tomado la decisión que tome un día, pues entendí que sin él, todo ese dolor hubiese sido en vano y que hoy mi vida estaría perdida y sin esperanzas; pero él en su infinita misericordia y amor me perdono, me limpio, borro mi pecado, cuando necesite consuelo el estuvo ahí abrazándome y consolándome, cuando pedí fuerzas, me tomo de la mano y me levanto, cuando creía morir el estaba ahí dándome aliento, cuando creía estar sola, el me decía aquí estoy no estás sola, cuando creía q mi vida no valía nada, me hacía saber que él había dado su vida por mí, cuando creía q nadie me amaba y a nadie le importaba, el me recordaba que había derramado su sangre en esa cruz del calvario por amor a mí.
Fue entonces donde supe que mi vida no sería la misma sin él, porque me había rescatado, dado vida eterna, y por más oscuro que estuviera el camino delante y no viera la salida; él siempre estaría conmigo y no me dejaría sola. Me ayudaría a levantarme cuantas veces fuera necesario, y nada ni nadie evitaría que su propósito se cumpliera en mi. La única que tiene la decisión de continuar y luchar hasta el final soy yo, pero lo más importante, es que él siempre estará a mi lado para ayudarme en mi carrera y sé que estará esperándome al final de la meta con mi recompensa.
Si ahora me preguntas si dejaría a DIOS, con toda seguridad te diría que por nada ni nadie en este mundo me apartaría de él, pues si con el de mi lado, mi vida ha sido tan difícil, no quisiera imaginarme que hubiese sido, si no lo tuviera conmigo.
Escrito por: Mariel Ortiz de Rijo
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